Algunos quieren paliar las preocupaciones con respecto a las patentes de software sosteniendo que serían patentables únicamente los logros principales. Pero esto no es una propuesta realista, dada la manera en que el sistema de patentes funciona.
Poco vale lo dicho por cualquiera legislatura con respecto al nivel que debe tener un invento para que sea patentable. Este requisito puede ser establecido por la ley de la manera más florida y bombástica, pero no tendría ningún efecto. No existe en ninguna parte del mundo ninguna ley de patentes que permita explícitamente las "patentes triviales". Siempre pasa en todas partes que las otorgan. No es cuestión de legislación. Lo importante es el nivel de ejecución. Teóricamente, las patentes triviales no existen, y ni siquiera la ley del derecho de autor protege todo (únicamente lo que merece ser protegido).

Hasta que haya un cambio fundamental de dirección, el sistema europeo de patentes seguirá generando patentes sobre ideas de bajo nivel. Quien solicita una patente siempre desea que se le otorgue con base en un concepto lo más general y amplio posible. Entre más amplia sea la patente, más fuerza va a tener en el trato con los competidores y para extorsionar. Entre más alto sea el nivel del concepto patentado, más específica es, y menos probabilidades hay de que alguien la vaya a "infringir" sin darse cuenta. Entonces el nivel óptimo para una idea patentada, en términos económicos, es que tenga el nivel mínimo para aprobar el examen. La tarea de los abogados de patentes consiste en redactar las reclamaciones con respecto a las patentes sobre las ideas más sencillas de una manera bombástica e inflada, para así impresionar al examinador de patentes, aún cuando no debería ser así.

Si vamos a aumentar realmente la calidad de las patentes, hay que cambiar y no pensar cuantitativamente en ellas. Si los países y las empresas dejan de medir el resultado de sus esfuerzos innovadoras en términos de cantidades de patentes, tendremos un ambiente donde los examinadores de las oficinas de patentes podrán concentrarse en la calidad de las patentes y no en la cantidad de las mismas. En el caso específico de la Oficina Europea de Patentes, habría también que cambiar su método de financiación, que depende hoy de los derechos de procesamiento.

Hasta las patentes no triviales de software tienen un efecto negativo sobre la economía de Europa. Por supuesto, algo como el algoritmo MP3 para comprimir datos de música es un logro intelectual importantísimo. Sin embargo, tampoco ese logro merece protección con patentes, porque durante los veinte años de vigencia de la patente, es muy probable que otra persona reinvente el formato MP3. No existe ningún beneficio para la sociedad en otorgar patentes sobre "inventos" que se harán de todas maneras.